Olimpiada u olimpíada era, originariamente, el periodo de cuatro años que transcurría entre cada edición de los Juegos Olímpicos, si bien es común el uso de esta palabra en la actualidad para designar a los propios juegos, como sinónimo.
Con el sentido originario era una unidad de tiempo usada en la Antigua Grecia desde 776 a.C. que servía para narrar hechos pasados. Extrapolando, los Juegos de Pekín de 2008 corresponden, tal como su nombre oficial lo indica, Juegos de la XXIX Olimpiada de la era moderna. El resurgir olímpico se inició en 1896 cuando se llevaron a cabo los primeros Juegos Olímpicos en Atenas, Grecia, con la asistencia de 245 atletas de 13 naciones. Desde entonces, el número de atletas, países representados y la variedad de los deportes se ha incrementado.
Juegos Olímpicos
Los Juegos Olímpicos[1] (también conocidos como Olimpiadas u Olimpíadas) son eventos deportivos multidisciplinarios en los que participan atletas de diversas partes del mundo. Existen dos tipos de Juegos Olímpicos: los Juegos Olímpicos de Verano y los Juegos Olímpicos de Invierno, que se realizan con una intercalación de dos años desde 1992. La organización encargada de la realización de los mismos es el Comité Olímpico Internacional (por su abreviatura, COI).
Los Juegos Olímpicos actuales se inspiraron en los eventos organizados por los antiguos griegos en la ciudad de Olimpia, entre los años 776 a. C. y el 393 d. C. En el siglo XIX, surgió la idea de realizar unos eventos similares a los organizados en la Antigüedad, los que se concretarían principalmente gracias a las gestiones del noble francés Pierre Frèdy, Barón de Coubertin. La primera edición de los llamados Juegos Olímpicos de la Era Moderna se realizó en Atenas, capital de Grecia. Desde aquella oportunidad, los Juegos Olímpicos de Verano han sido realizados cada cuatro años en diversas partes del planeta, siendo las únicas excepciones las ediciones de 1916, 1940 y 1944, debido al estallido de la Primera y Segunda Guerra Mundial.
Los Juegos Olímpicos de Invierno se realizaron por primera vez en 1924, en la localidad francesa de Chamonix. Originalmente realizados como parte del evento de verano, el COI los consideró como un evento separado retroactivamente, y desde esa fecha comenzaron a realizarse en el mismo año que los Juegos originales. Posteriormente, con el fin de potenciar el desarrollo de los eventos invernales, el COI decidió desfasar la realización de los Juegos Olímpicos de Invierno a partir de Lillehammer 1994. Desde esa fecha, los Juegos Olímpicos Invernales se realizan en los años pares entre dos Juegos de Verano. En 2007, el COI decidió incorporar un nuevo tipo de evento: los Juegos Olímpicos Juveniles, que comenzarán a celebrarse a partir de 2010 y 2012 en sus ediciones de verano e invierno, respectivamente.
Los próximos Juegos Olímpicos de Verano se celebrarán en Londres, Inglaterra, en el año 2012, mientras que los próximos Juegos Olímpicos de Invierno se celebrarán en Vancouver, Canadá, en el año 2010.
Antiguos Juegos Olímpicos
Los antiguos Juegos Olímpicos (llamados así por celebrarse en la ciudad de Olimpia) fueron fiestas religiosas, culturales y deportivas celebradas en la antigua Grecia (776 a. C. - 392 d. C.) en honor a los dioses mayores. En ellos participaban los atletas, que debían ser ciudadanos, sólo hombres, que se entrenaban durante años en los gimnasios.
Existen muchas leyendas acerca del origen de los antiguos Juegos Olímpicos. Una de ellas asocia los primeros Juegos con el concepto de la antigua Grecia de εκεχειρία (ekecheiria) o Tregua Olímpica. La fecha de comienzo de los mismos sirve como referencia al calendario helénico y se considera en el año 776 a. C., aunque las opiniones de académicos la sitúan entre el año 884 a. C. y el 704 a. C.
A partir de entonces, los Juegos tomaron rápidamente una mayor relevancia en la antigua Grecia, alcanzando su cenit en el sexto y quinto siglos adC. Los Juegos Olímpicos tenían una importancia fundamentalmente religiosa, con concursos alternados con sacrificios y ceremonias en honor a Zeus, (cuya estatua se alzaba majestuosamente en Olimpia) y a Pélope, héroe divino y rey mítico de Olimpia, famoso por su legendaria carrera de carros y en cuyo honor se celebraron. El número de eventos aumentó hasta veinte, y las celebraciones se prolongaron durante varios días. Las primeras competencias se basaban en carreras a pie, y más tarde se fueron introduciendo la lucha; el pentatlón, prueba de varios eventos que incluía lanzamiento de jabalina, lanzamiento de disco, salto de longitud; el pankration; carreras de carros, competencias artísticas como música, poesía y danza.
En Olimpia se llegaron a celebrar 293 Juegos Olímpicos, hasta que el emperador cristiano Teodosio I los abolió el año 393 por considerarlos paganos. Fueron restablecidas en su aspecto deportivo en 1896 por el barón de Coubertin y hasta la actualidad siguen practicándose.
Historia
En 1829 el gobierno francés, y en 1875, el gobierno alemán, hicieron excavaciones para desenterrar Olimpia. En 1881 quedaron completamente descubiertas las ruinas, y no hay duda de que los hombres de ciencia, al descubrirlas, también hicieron resurgir, a la luz, el espíritu y la gloria de los antiguos Juegos, motivando un fuerte deseo por revivirlos.
Aunque siempre que se habla del renacimiento de los Juegos Olímpicos, el hecho se le atribuye a Francia, y el Barón de Coubertin que es llamado el padre de los Juegos Olímpicos Modernos, la verdad es que el primer intento se hizo en Grecia, gracias al entusiasmo de un griego de apellido Zappas, mucho antes de que se pensara hacerlo en Francia. Fue así que en Grecia se efectuaron los primeros Juegos Olímpicos Modernos el 15 de noviembre de 1859, el 15 de noviembre de 1870, el 18 de mayo de 1875 y el 18 de mayo de 1889.
El intento fracasó debido a que el mundo no estaba todavía listo para el retorno de los Juegos ya que Grecia no era un país lo suficientemente importante para entusiasmar al resto del mundo con la idea. Otro factor importante fue que el patrocinador no tenía muchas ideas de organización, a diferencia del Barón de Coubertin, que buscó a los líderes del atletismo escolar universitario y amateur del mundo, de quienes obtuvo su ayuda.
Emocionado con el esplendor de la antigua Grecia y la belleza de los Juegos Olímpicos, Evangelios Zappas, que residía en Rumania, primero contribuyó al proyecto y, después del primer fracaso, a su muerte legó su fortuna entera para el renacimiento de los Juegos Olímpicos en Grecia.
Aunque los juegos que formaron parte de este primer intento no alcanzaron el éxito - debemos recordar que el primero se hizo en 1859, treinta y siete años antes de los primeros Juegos Olímpicos Modernos oficialmente -, formaron un lazo de unión entre el pasado y el futuro.
El Barón Pierre de Coubertin escribió, a principios del siglo XX: “Olimpia y las Olimpiadas son símbolos de una civilización entera, superior a países, ciudades, héroes militares o religiones ancestrales”. Siendo cadete de la Academia Militar de St. Cyr, el noble galo renunció a sus estudios de ciencias políticas y se interesó por la sociología y la educación. Viajó por todo el mundo y quedó impresionado por el interés de los anglosajones (ingleses y estadounidenses) en los deportes. Atraído por los trabajos de exploración en Olimpia, y por los vanos esfuerzos por revivir los Juegos Olímpicos hechos en Grecia por Zappas, y con la creencia de que la competencia deportiva podía producir el entendimiento internacional, se dedicó a la tarea de revivir, él mismo, los Juegos Olímpicos, con la participación de todos los países del Mundo. Contó con el ánimo y la colaboración del sacerdote católico Henri Didon , que sería el inspirador del lema olímpico "Citius, Altius, Fortius" (Más rápido, Más Alto, Más fuerte).
Coubertin presentó su proyecto a la Unión Deportiva y Atlética de París, a fines de 1892, después de una cuidadosa labor de relaciones públicas.
Coubertin era un hombre persistente y pronto tuvo oportunidad de solicitar el respaldo de otros países, cuando la Unión Deportiva Francesa organizó un congreso internacional sobre Amateurismo. El congreso se efectuó en 1894 y Coubertin obtuvo un sorprendente y fuerte respaldo de hombres transformistas tan prominentes como el Duque de Esparta, el Príncipe de Gales, el príncipe heredero de Suecia, el rey de Bélgica y el primer ministro de Gran Bretaña. Estuvieron presentes, además, delegados de Grecia, Rusia, Italia y España. Asimismo, se recibieron comunicados oficiales de Alemania y Austria-Hungría, expresando interés en el proyecto.
Los entusiastas delegados decidieron no esperar hasta 1900, el año que se consideraba apropiado para comenzar a computar las Olimpiadas, sino que programaron el evento para el año de 1896, en Atenas, cerca de la sede de las Olimpiadas antiguas. Se acordó que los Juegos se celebrarían cada cuatro años, cambiándose la sede a diferentes ciudades importantes del mundo y que se elegiría un Comité Olímpico Internacional con plena autoridad de regir los Juegos. El sueño de Zappas, y posteriormente de Coubertin, se había hecho realidad. D. Vikelas, un griego que había figurado en la organización de los primeros intentos por revivir los Juegos Olímpicos, fue el primer presidente del Comité Olímpico Internacional.
- Para conocer la posterior historia de los Juegos Olímpicos Modernos, desde la celebración de los primeros Juegos en Atenas hasta hoy, consulte los artículos correspondientes sobre las Olimpiadas que se han efectuado desde 1896 hasta la fecha de hoy.
Fuente: Wikipedia